Es un procedimiento ambulatorio. No requiere reposo. Consiste en inyectar un medicamento esclerosante dentro de la vena, haciendo que esta se cierre por cicatrización.
Normalmente no refiere dolor en el procedimiento, pero en ocasiones, un lugero ardor al inyectar la solución, misma que sede en unos segundos.
La sesión tiene una duración aproximada de 30 minutos, y se requieren de tres a ocho sesiones, siendo una sesión por mes.